José Canalejas, presidente del Consejo de Ministros y líder del Partido Liberal, fue atacado en la mañana de ese día mientras miraba los libros expuestos en el escaparate de la Librería San Martín, a escasos pasos de la esquina de la Puerta del Sol (actual número 6) con la calle Carretas en pleno centro de Madrid. El agresor, Manuel Pardiñas, un anarquista,[2] realizó tres disparos; solamente el tercero alcanzó a Canalejas, que falleció de manera prácticamente instantánea tras perforar la bala su cráneo.[3] Instantes después fue reducido por un policía a golpes de porra y al sentirse acorralado se suicidó disparándose dos disparos con la misma pistola del atentado. Aunque esto ha sido puesto en duda recientemente[4]
Canalejas murió antes de llegar a la sede del Ministerio de la Gobernación donde fue trasladado. Velando el cadáver ya dentro de la librería quedaron admiradores y compañeros de partido entre los que se encontraba el diputado y capitán de navío Emilio Díaz-Moreu. Francisco Franco publicó bajo el seudónimo de Jakim Boor el libro Masonería donde acusó a la masonería de haber asesinado a José Canalejas, siendo él mismo masón, para vengarse de su rebelión.[5]
No se puede saber con certeza si el atentado respondió a un plan premeditado o no; la estancia de Pardiñas en la zona podría haber obedecido a su intención de atentar contra Alfonso XIII, pues según la investigación policial la presencia de Canalejas en la Puerta del Sol no pudo haber sido prevista de antemano.[6]
Consecuencias
El de Canalejas no era el primer asesinato de un jefe de gobierno. En 1870 el general Juan Prim había sido asesinado en un confuso atentado, y en 1897 el político conservador Antonio Cánovas del Castillo también fue asesinado por un anarquista italiano. El asesinato de Canalejas supuso una profunda reorganización de la policía y los servicios de seguridad, lo que incluyó la creación de la nueva Dirección General de Seguridad. También supuso la creación de unidades específicas para combatir el terrorismo anarquista: este fue el caso de la «Brigada de Informaciones» y también de la «Brigada de Anarquismo y Socialismo».[7]
En el ámbito político, la llamada «Crisis de la Restauración» empezó poco después de la desaparición de Canalejas.
En 2019 el canal de televisión Mega (del grupo Atresmedia) dedicó un capítulo de su serie Crímenes que cambiaron la historia al asesinato de Canalejas.[8]
Turrado Vidal, Martín (2006). Estudios sobre historia de la policía (III). Policía y gentes de mal vivir, historias variopintas. Madrid: Catarata. ISBN84-9821-370-3.