Este entorno natural único en Andalucía y uno de los pocos existentes en España se ubica en una de las escasas franjas no urbanizadas de la costa del municipio de Roquetas de Mar. Tiene la particularidad que en algunas de sus partes las hojas de la posidonia llegan a emerger por encima de la superficie del agua.[2]
La biodiversidad en las praderas de poseidonia es notable. La gran oxigenación de las aguas debida a la fotosíntesis de estas plantas origina gran cantidad de alimentos aprovechados por multitud de especies marinas. En este singular paraje protegido podemos encontrar más de 800 especies animales distintas, entre las que se cuentan numerosas con gran valor pesquero como doradas (Sparus aurata), lubinas (Dicentrarchus labrax), meros (Epinephelus guaza), salmonetes (Mullus barbatus) o sargos o mojarras (Diplodus vulgaris).
Explotación de los recursos
La práctica tradicional de la pesca es una actividad común a la práctica totalidad del litoral Mediterráneo. Este enclave además, al tratarse de una playa virgen, ofrece la posibilidad de la prácticas de deportes marinos como el submarinismo, ofreciendo singulares imágenes de gran espectacularidad.
Patrimonio arqueológico
La playa de las Palmerillas[3] frente a la que se halla el arrecife alberga las ruinas romanas de la antigua Turaniana datadas en el siglo I.