Trzebinski estuvo implicado en el asesinato de 20 niños en el campo anexo Bullenhuser Damm, un excolegio parcialmente destruido durante la Operación Gomorra. Heissmeyer había solicitado que trajeran 20 niños judíos (10 niños y 10 niñas) desde Auschwitz, para continuar con sus experimentos humanos. Su propósito había sido inyectar bacterias que causaran la tuberculosis y extirpar los ganglios linfáticos axilares de los niños. En la noche del 20 de abril de 1945, Trzebinski inyectó morfina a los niños (para sedarlos), para luego ser trasladados hacia el sótano del colegio Bullenhuser Damm, donde fueron ahorcados en el sitio. Esa misma noche, también fueron ejecutados 28 adultos, en su mayoría prisioneros soviéticos.[2]
Juicio y ejecución
Trzebinski logró huir de Neuengamme tras finalizar la Segunda Guerra Mundial. El 1 de febrero de 1946, fue arrestado—después de colaborar con el ejército británico en el campo de prisioneros de Neumünster—debido a la persistencia de Walter Freud, nieto del psicólogo Sigmund Freud.
En marzo de 1946, Trzebinski fue sentenciado a muerte durante los "procesos de Curiohaus" en Rotherbaum, destacando su complicidad por el homicidio de aquellos menores de edad.[2] Durante el juicio, confesó de forma voluntaria y sincera, declarando, "Si hubiese actuado como un héroes, esos niños pudieron haber muerto poco después, pero su destino ya era inevitable" y admitió "tú no puedes ejecutar niños, solo puedes asesinarlos'', pero ''solamente'' eran judíos.[3][4] El 8 de octubre de 1946, Trzebinski fue ejecutado en la horca por Albert Pierrepoint, en la prisión de Hamelin.[2][5]
Referencias
↑«Geschichte»(en alemán). Memorial site Neuengamme. Archivado desde el original el 4 de octubre de 2008. Consultado el 12 de octubre de 2008.