Esta fortaleza, situada como baluarte de la fortificación de la ciudad, en el puesto más alto de ella, y en su ángulo NE, formó parte como se dijo del
recinto amurallado. En torno a ella es donde únicamente se conservan restos del recinto exterior o primero. Es esta fortaleza una construcción de
planta cuadrada, con una torre cilíndrica en cada ángulo, de las cuales no existe la del SE, y otra torre al comedio de cada lienzo, tres de ellas semicirculares, de las que aparece destruida la del S, y rectangular como cuerpo saliente la del E, de una longitud de 12 metros y unos 4 metros de salidas.
La entrada está al poniente, o sea por la parte de la ciudad. Allí, algo destruida, se encuentra en dicho recinto exterior o primera línea de defensa la puerta flanqueada de dos torres de mucha salida y semicirculares por sus frentes, y está situada no al medio sino al lado derecho, esto es como prolongación del lienzo del mediodía y torre del ángulo SO. Franqueada esta puerta y siguiendo por el angosto paso que hay entre los dos cuerpos salientes de las torres, se llega a la puerta del segundo recinto o alcázar. Hoy su interior es un corralón dispuesto y acomodado para corridas de toros. Es un recinto cuadrado de unos 28 metros por lado, pero por las señales y restos del piso y de los muros se aprecia la construcción que en él hubo, y que como sus semejantes consistió en un patio central, que debió estar rodeado de columnatas y arcadas, de las cuatro galerías abiertas que le claustraran, en dos pisos; y entre estas y los muros cuatro crujías, conservándose en la del sur una bóveda de ladrillo de cañón seguido.
Por el lado del saliente, sitio que corresponde al cuerpo saliente rectangular, hay restos de un aljibe, que tenía arcos modernamente destruidos y que debió ser obra de mudéjares. Toda la fábrica del alcázar, como la de sus defensas exteriores y las murallas, es de mampostería, y en algunas partes de sillería con mortero de cal; y debe datar como la fortificación de la ciudad del siglo XIII, habiendo sufrido después reparaciones y modificaciones.
Por el exterior, al E, al N y al O, se ven las murallas del primer recinto, asentadas sobre la roca viva de aquella accidentada meseta. La muralla correspondiente al O une con la general de la ciudad en ángulo recto y da frente, como la puerta fortificada antes mencionada, a un gran espacio que hoy se llama "plaza de los Llanos". Tenía también por defensa la fortaleza, en esa parte de la población, una ancha cava o foso, pues tal se cree fuera la depresión del terreno que allí se advierte, y para alimentarle de agua de los aljibes debieron utilizarse unos conductos apreciados a la izquierda del muro. Para dar entrada al alcázar salvando el foso, debieron tener puente levadizo.
Dada la situación del alcázar, sus torres de los ángulos NO y SE enlazaban y la primera enlaza todavía con esta muralla por el E. Ha desaparecido la puerta llamada de San Antón, que allí tenía de recinto, cerca de las torres cuadradas que subsisten en aquella línea, y de las que hemos hablado. La
torre del homenaje del alcázar era la correspondiente al cuerpo saliente rectangular del este.