Aunque la presencia de una raza de ganado en el Macizo de la Albera se notó en el siglo XIX, la primera descripción de la Albera data de 1957. En ese momento se distinguían tres subtipos dentro de la raza: un tipo de pelo oscuro; un tipo variable más pálido; y un tercer tipo derivado del cruzamiento con cepas de Braunvieh. Más recientemente, se considera que los tipos son dos: el negro, o tipo oscuro, y el Fagina, o tipo más pálido. En 1999 se encontró que el tipo Fagina estaba genéticamente más cercano a la raza Bruna de los Pirineos que al tipo Albera Negra.
En 2008 se fundó una asociación de ganaderos, la Associació de Ramaders de la Vaca de l'Albera.[3] La raza Albera recibió el reconocimiento oficial el 27 de julio de 2011; se aprobó un estándar de raza y se estableció un libro genealógico.[4] A finales de 2014, la población total se registró en hembras y 145 machos.[5]
Uso y administración
La Albera es muy resistente al frío, aunque susceptible al calor, y está bien adaptada al terreno escarpado del Macizo de la Albera. El ganado se cría todo el año en condiciones semi-asilvestradas, a una altitud entre 200 y 1000 metros, en busca de alimento incluyendo los brotes y mástiles de las hayas del macizo. Tienen poco contacto con el hombre, y poca capacidad productiva: las vacas paren cada dos años y apenas producen suficiente leche para el ternero; el rendimiento de carne es muy bajo, del orden del 35-40% . El ganado se utiliza en el manejo de la vegetación: al despejar el sotobosque ayudan a prevenir los incendios forestales.