Acuerdo por la Paz y la Tolerancia o Pacto de Navarra fue el acuerdo que firmaron la mayor parte de los partidos políticos de Navarra el 7 de octubre de 1988 con el fin de erradicar la violencia de ETA.
La paz es objetivo esencial de la actividad política.
La democracia es el régimen que sostiene la renuncia a la fuerza bruta
La democracia, como la paz, no es un estado sino una aspiración y tarea permanente.
El terrorismo, además de producir la muerte y desolación, atentando contra el primero de los derechos humanos, el de la vida, deja penosas secuelas civiles y morales entre los vivos
El actual marco jurídico la Constitución Española, la Ley de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra, garantiza la defensa y consecución de cualquier objetivo político y posibilita los cauces de participación a los ciudadanos para hacer valer sus idearios políticos, incluida la defensa de ideas no recogidas en la actualidad en el ordenamiento constitucional vigente.
Estos tres pactos que tenían una unidad de acción, estuvieron vigentes durante una década, aunque en los últimos años de forma muy débil. Se considera que finalizó su vigencia el 12 de septiembre de 1998 con la firma del Pacto de Estella y la posterior tregua de ETA de 1998.[1]